La Asociación Americana de Psicología afirma que el estudio musical contribuye a la mejora del rendimiento académico
Hugo Molina, con tan solo dos años, dejó boquiabierto al jurado del concurso de talentos Got Talent España. Pese a que estaba en un imponente escenario, fue capaz de tocar su pequeño tambor al compás de una saeta sin equivocarse en ningún acorde. Esto es un ejemplo de que la práctica artística a una temprana edad aumenta la autoestima, desarrolla la psicomotricidad e impacta en el rendimiento académico.
El aprendizaje está relacionado con la sensación de competencia, agrado y felicidad. En este sentido, la formación músico-instrumental evidencia logros que producen sentimientos de placer. Según José Domingo Barroso, catedrático de Psicología de la Universidad de La Laguna (ULL) y coordinador del Grupo de Investigación de Neuropsicología de la institución académica lagunera, el aprendizaje musical influye en la autoestima, pues "en la medida que la música predispone y facilita un notable rendimiento, repercute en la satisfacción personal y, por tanto, en una mejor apreciación hacia uno mismo". De este modo, se obtiene un bienestar psicológico esencial para el desarrollo humano.
La música también permite una adaptación del humano al exterior. Marina Tihista analiza este hecho en su Trabajo de Fin de Grado El desarrollo psicomotor a través de la música en la etapa de educación infantil. En él expone que los principales beneficios son: la estimulación de la expresión corporal, el fomento de las destrezas sociales, la ampliación de la creatividad, la coordinación y el control rítmico. Por ello, el catedrático de Psicología reitera que "la estimulación musical es tan extensa que va a inducir al cerebro a trabajar en cualquier tarea que se haga paralelamente o a continuación". De manera que la educación musical juega un papel fundamental en los primeros siete años de vida, ya que el niño adquiere competencias motoras básicas que pueden verse alimentadas con la vivencia del pulso, acento y ritmo.
"La música provoca un efecto de activación de las múltiples redes que conforman nuestro cerebro"
La práctica musical sirve como acompañamiento para el estudio, pues ayuda a preparar, activar y modular las áreas que están vinculadas a la eficacia escolar. Howard Gardner, profesor de Cognición y Educación en la Universidad de Harvard, afirma que el estudio de la música "estructura la forma de pensar y trabajar, ayudando a la persona en el aprendizaje de matemáticas, lenguaje y habilidades espaciales".
Barroso explica que se debe "a un efecto de activación de las múltiples redes que conforman nuestro cerebro. En especial las relacionadas con la atención, memoria y regulación de la conducta emocional". El canal auditivo estimula unas regiones situadas en los lóbulos temporales que, a su vez, impulsan conexiones a lo largo del cerebro. Juan Ramón Coello, catedrático del Área de Música de la ULL y pianista profesional, añade: "A nivel de neurociencia, se dice que afecta al hemisferio derecho del cerebro. La música contribuye a la mejora de la lectura, la expresión oral y diversos aspectos de otras inteligencias distintas a la musical".
Asimismo, comenta que el desarrollo de la capacidad auditiva es muy importante para el aprendizaje, puesto que no solo sirve para el estudio musical, sino que otras áreas del conocimiento pueden beneficiarse de ello.
Partes del cerebro influenciadas por la música. Foto: http://psicomusicayefectos.blogspot.com/
Aumento de la capacidad intelectual
Para recabar evidencias sobre la mejora de la capacidad intelectual se han realizado varios estudios en diferentes partes del mundo. Sin embargo, el más trascendente ha sido el publicado por la Asociación Americana de Psicología en la revista Journal of Educational Psychology. Para ello, examinaron a 112.000 alumnos canadienses que terminaron su último curso de enseñanza obligatoria entre 2012 y 2015.
Esta investigación concluye que cuanta más cercana sea la relación de la persona con la música, mejores resultados académicos obtendrán en matemáticas, inglés y ciencias. Otra de las conclusiones publicadas es que las personas instruidas en la música les llevan un año académico de ventaja a aquellos que no tienen formación musical.
Los resultados corroboran lo aseverado por Barroso y Coello, ya que el estudiante ejercita la comprensión auditiva, la coordinación óculo-manual, el trabajo cooperativo y la disciplina de estudio. Rubén Mayor, musicólogo y maestro del Conservatorio Superior de Música de Canarias (CSMC) añade que los niños que forman parte de un coro adquieren una responsabilidad individual y grupal, ya que si hay un error cometido percute en el trabajo de los demás.
La música aporta una serie de elementos beneficiosos para la educación. Puede ser utilizada como un recurso pedagógico para potenciar el vínculo entre la actividad psíquica y la función motriz del cuerpo. Además, no solo es un lenguaje artístico que sirve como medio de expresión, sino que a su vez, despliega la intelectualidad del músico. Todo aquel que mantiene un contacto constante con la música experimentará una activación de distintas redes neuronales.
El destierro de la enseñanza musical
La música proporciona una formación integral porque tiene un componente dual: arte y ciencia. Desde la Antigua Grecia hasta inicios del Renacimiento, se consideraba una materia científica esencial para el aprendizaje del individuo. Escritores cristianos como San Agustín declaraban que los sonidos se regían mediante las matemáticas. No obstante, a partir del Romanticismo, quedó relegada a las artes y el entretenimiento.
Con el paso del tiempo y el interés científico por la música, se ha abierto el debate social acerca de la inclusión de la educación musical como área curricular. El nuevo marco legislativo que se abre con la implementación de la LOMCE ha suscitado polémica entre profesionales y docentes de la música, dado que han visto cómo su ámbito ha quedado marginado en favor de otros campos del saber vinculados a una enseñanza racional.
Coello y Barroso exponen los beneficios de la música. Vídeo: Johanna B.G.
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